29 enero 2012

DE OBRAS EN CASA...

La semanita ha sido un pelín agitada. Para empezar he tenido obra en casa y ya se sabe, es como que te descentras, pierdes el norte, quieres llorar y gritarle a todo el mundo porque no encuentras nada, porque tu cuarto se convierte en la sala de estar, porque todo está lleno de polvo y porque sólo comes sandwich ya que la cocina está para cogerla con pinzas y da igual que la limpies y la limpies porque al día siguiente parece Sierra Nevada. Pero todo lo que empieza, bien acaba y lo peor ya ha pasado.
Todo tiene su parte buena y es que como en mi empresa son así de majos, me he podido quedar con los obreros cuando lo he necesitado y he sabido lo que se siente teletrabajando en casa. Sólo puedo decir que me ha encantado. Creo que he trabajado más que cuando estoy en la oficina. Estoy por pedirlo, aunque creo que no se me va a conceder, "contra el vicio de pedir está la virtud de no dar". Me conformaría con tener la jornada intensiva.

Lo dicho, todo tiene su parte positiva... estar de obra implica... que haya que ir a Ikea!!!!!!!!!!!, y a mí me vuelve loca. Me da igual el tráfico y lo que me echen. En Ikea soy feliz. Me gusta todo. Me lo llevaría todo. Así que, como había que comprar un mueble para cuando esté terminada la obra pues allí que nos fuimos.
Y como no, siempre compro cosas que realmente no me hacen ninguna falta y que a veces ni uso, cosas con nombres imposibles que es imposible no comprar. Siempre picas. Una cosa está clara, todavía no conozco a ningún hombre al que le guste ir a Ikea... Y después, de premio para reponer fuerzas, un combo de nachos de Friday´s que son los mejores que he probado, eso sí, junto con los de La Mordida.

Y como en mi casa no se puede estar, pues al cine. Y por cierto, he visto dos pelis buenas. Una ha sido J. Edgard y la otra Albert Nobbs. Me ha gustado más la segunda. Considero que Glenn Close está de Oscar y sería una lástima que no se lo diesen. Os animo a ir a verla, aunque DiCaprio borda el papel del que fue creador y director del FBI.

Y para terminar la semana, hoy me he comido un cocido madrileño de morirse. Mi cuerpo me hacía la ola, porque estaba bueniiiiiiiiiiiiiiiiiiiisimo y abundante, muy abundante. Tanto que entre los dos no nos lo hemos podido terminar. Es un restaurante muy peculiar en el que hacen cocido todos los días, se llama La Gran Tasca y está en la calle Santa Engracia, 161. Hemos salido a 25 € por cabeza sin contar el vino tan rico que nos hemos bebido y la milhoja espectacular junto con la leche frita que nos hemos comido de postre.
Vamos que os lo recomiendo.

Así que eso es todo.
Esta semana a pintar... paredes.
Que tengáis un feliz lunes.
g.

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