20 junio 2010

No te rindas, ¡puedes conseguirlo!

“Considero más valiente al que conquista sus deseos que al que conquista a sus enemigos, ya que la victoria más dura es la victoria sobre uno mismo.” Aristóteles.


“Si quieres, puedes”. Hay tanto de verdad en esa frase… parece que sólo son dos pasos pero en realidad para conseguir algo a veces tenemos que poner toda nuestra voluntad para tenerlo. Aquí la principal jugadora es nuestra energía positiva. Dejar atrás los miedos, el “yo no soy capaz”, “voy a fracasar”, “me van a excluir”, “voy a perder estatus”, “voy a hacer el ridículo”, “es peligroso”, no es nada fácil.

Los nervios se te ponen de punta y no te dejan pensar. Es difícil relajarte para poder verlo todo más claro y si encima el miedo o la negatividad te atenaza a veces damos nuestro objetivo por perdido sin ni siquiera intentarlo. Lo vemos todo de color negro.

Está claro que aunque todo el mundo te diga “ánimo, tú puedes conseguirlo”, “tienes que hacer esto o lo otro”, hasta que tú mismo te lo crees no lo vas a lograr.
Así que estoy convencida que todo está dentro de nuestra cabeza. Pero ¿cuál es el truco para vencer a esos fantasmas que no nos dejan seguir adelante?

Yo creo que hay que tener claro lo que queremos, incluso visualizar el futuro habiéndolo conseguido y viendo lo felices que somos una vez que hemos podido llegar dónde queríamos. Hay que creerse esa visión y confiar en ella. Pensar en otras personas que han conseguido lo que nosotros queremos y llegar al ¿y por qué yo no voy a ser capaz?

Porque si no lo conseguimos ¿Qué es lo peor que nos puede pasar? Pues si nos caemos, nos volveremos a levantar porque esa es la vida, una sucesión de caídas de las cuales nos vamos reponiendo. Y siempre que nos levantemos hay que hacerlo con impulso para volver a intentarlo.

El otro día una amiga hacía una exhibición de baile oriental, y cuando ya estaba bailando encima del escenario con bastante público delante, pisó sin querer el velo con el que hacía el baile, y en vez de morirse de vergüenza o poner cara de empezar a llorar, lo solventó con una sonrisa y siguió bailando. Yo creo que esa sonrisa hizo que nadie viese lo que había pasado. Me sorprendió, porque ella es bastante tímida y le cuesta un montón mostrar lo que sabe en público, pero esa sorpresa pronto se convirtió en admiración y en un ejemplo de motivación para mí.

Yo creo que podemos. Yo quiero creerlo. Podemos hacerlo. Podemos levantarnos tras tropezar y seguir intentándolo hasta lograrlo. Sólo hay que conocer a ese enemigo que llevamos dentro para saber cómo vencerle.

Un besito a tod@s.

g.

11 junio 2010

Sex and the Letter g


Esta semana ha sido todo muy sexual. Desde el principio hasta el final.
El martes, fui a ver con dos de mis mejores amigas (mi hermana y mi cuñada) Sex and the City 2.
Creo que en alguna ocasión he hablado en este blog que he visto Sexo en Nueva York (como se llama en España) unas 25 veces, sin exagerar. Soy megafan. Y me encanta Carrie. Mi cuñada me regaló la entrada para el preestreno de la primera peli y la verdad es que nos decepcionó un poco. Nos encontramos con una Carrie muy dramática y no nos quedaron muchas ganas de ver la segunda parte. Pero no podía dejar de ir a verla... por principios. A pesar de las críticas tan negativas que he ido leyendo sobre esta película, a mí me ha gustado mucho. Miranda está muy bien y Samantha es la más divertida como siempre, aunque yo sigo siendo fan de Carrie. Me lo pasé muy bien viéndola, me reí y disfruté de lo que ví. Me encanta ver el despliegue de modelitoss que van apareciendo. Tan guapas ellas. Son como un soplo de aire fresco y de optimismo.

Digo semana sexual además de por Sex and the City 2, porque el jueves celebramos una reunión Tuppersex en mi casa. 11 mujeres, una asesora sexual, dos maletas de juguetitos sexuales (de todas formas, colores, tamaños, sabores, texturas) variaditos y nuestra cuenta del banco vacía.
Sí, vacía. Porque ella pone todo lo que trae encima de la mesa. Y te va contando un poquito para qué sirve todo lo que ha traído. Empieza por la ropa interior, seguimos con los caramelos (sí, caramelos), con los polvos picapica que se extienden por el cuerpo con una borla de plumas y esos polvos se comen... lubricantes, vibradores (increibles, grandes, pequeños, anatómicos), cremas estimuladoras... y nosotras queríamos comprarlo todo... y de hecho lo logramos... Compramos casi todo, tantas cosas, que agotamos todo lo que traía en las maletas...
La empresa con la que organizamos la reunión se llama No es pecado y la asesora es bastante buena. Se llama Sonia. Lo cuento porque la chica se lo curra y te lo va contando todo de maravilla. Es mi segundo tuppersex, pero la gente que va a su primer tuppersex siempre empieza un poco avergonzado pensando que eso no va mucho con su personalidad y que no va a comprar nada... pero no... al final saca la tarjeta de crédito y pierde los papeles comprando un montón de cosas que la verdad son alucinantes.

Esto nos viene fenomenal a todos, hombres y mujeres, tanto si tienen pareja como si no. Estas reuniones se hacen para sorprender, informar, educar o enseñar sobre todas las posibilidades que tenemos en materia sexual para mejorar nuestras relaciones. Para que la monotonía no esté presente en nuestra vida. Hay que esforzarse. Además, puedes tocar, oler y probar cada uno de los productos que se presentan. Yo me lo pasé genial, me reí mucho y compré muchas cosas al igual que mis amigas. Casi siempre se hace con mujeres pero deberían de animarse los hombres y hacer reuniones en grupo con sus amigos.

A ver como terminamos la semana...

Un besito a tod@s y a disfrutar.
g.