11 mayo 2011

Elefante vs Jinete




Aquí estoy haciéndome la prueba del helicobactercomosellame y pensando... ¿Desde cuándo tengo yo el estomago hecho una patata?



Hay gente que le echa la culpa de todo lo que nos pasa a lo que comemos. Pues yo no. Yo le echo la culpa de todo lo que me pasa a mis EMOCIONES. En mi se cumple eso de que soy un corazón con estomago andante y sí que es verdad que estas dos partes de mi cuerpo me gobiernan totalmente. Pensar? Razonar? Qué es eso... Yo no, yo me cabreo y no se contar hasta diez, y sufro y me duele la tripa. Y cuando todo pasa, es cuando me pongo a pensar por qué me comporto así.



Y me dicen que todo esto me pasa porque dejo que mi elefante interno emocional lleve las riendas de mi mente, de mis impulsos y de mis actos... y le dejo ir correteando por la selva de mi vida llevándose todo por delante, totalmente desbocado. Y la verdad es que por vaguería me cuesta ejercer de buen jinete (voy dormida, como el bebé de la foto). Pero como se hace eso de ser racional? Cómo controlo al elefante?



Como dejo que las cosas negativas no me afecten?



Dicen que hay técnicas mentales para poder eliminar los pensamientos que no nos dejan en paz y que a veces parece que se van a quedar a vivir para siempre en nuestra cabeza. Escuchar música que nos traslade a momentos buenos de nuestra vida, incluso olores. Pero a mí no me funcionan. Aunque lo que está claro es como soy un poco vaga me cuesta mucho esforzarme para poder cambiar. El seguir una estrategia nueva o empezar a tener unos hábitos nuevos me cuesta. Y mientras siga así, pues seguiré así.



Seguiré pensando qué puedo hacer.



Buena semana a tod@s.




g.

03 mayo 2011

1 añito



Tal día como hoy, día 3 de mayo de hace 1 año nació Gema.


Día a día la hemos visto crecer descubriendo la vida, con los ojos llenos de luz, su curiosidad no cesa. Nunca había vivido el día a día de un niño y es lo mejor del mundo. He disfrutado ayudando a su padre con cada baño, a su madre con cada comida y con ella en mis brazos en cada siesta.


Me encanta verla sonreir cuando nos oye llegar, perseguirla por el pasillo mientras va gateando, ver como chapurrea sus primeras palabras o cuando imita todo lo que hacemos, mirándolo todo con esos ojos gigantes y preciosos y los mofletes... Todo le sorprende, da gusto, tan agradecida siempre con una sonrisa. Estar una tarde con ella es volver a casa con energías renovadas.


No nos podíamos ni imaginar como una cosa tan pequeña ha llegado a ser tan importante en nuestras vidas. Es un trocito de felicidad para nosotros.


Felicidades Gema.


Tienes un pedazo de nuestro corazón en tus bolsillos.


Te queremos mucho.


Un besito.


g.