28 abril 2010

Celulitis vs Felicidad

Y llegó el buen tiempo. Que gusto. Días largos, soleados, temperaturas en alza… y de repente, todo eso que era tan bonito se derrumba porque has entrado en Zara y la talla que tenías el año pasado por estas mismas fechas no te vale, ahora tienes una talla más y esa camiseta blanca no te favorece porque estás muy blanca y y y y y… miles de cosas más.



Es gracioso llegar al kiosco y ver que en todas las revistas femeninas mensuales o quincenales, los mejores reportajes de estas fechas son “CÓMO ATACAR A LA CELULITIS”, “GUÍA DE CÓMO ESTAR MORENA SIN DEJARNOS LA PIEL” o “CENAS LIGERAS 0% GRASA”. Abres una de esas revistas y la crema superbuena que elimina la celulitis en un 90% tiene de imagen a una modelo de 18 años. A VER SI NOS CENTRAMOS!. Casi ninguna chica de 18 años tiene celulitis y los culos y las piernas que aparecen en esas revistas nunca han tenido celulitis. Además nos hacen pensar que esos culos se pueden conseguir así como así y da igual la edad que tengas. Pues no, no se puede conseguir así como así a no ser que tengas mucho dinero para operarte y después vuelve a salir. Ya veis, cosas de la naturaleza. Y sí, ya lo sabemos, nos miramos al espejo todos los días y si tenemos celulitis, puede ser por varias razones, primero porque nos guste tener celulitis, segundo, porque no tenemos tiempo de quitarnos la celulitis, tercero, porque no tenemos dinero para quitarnos la celulitis y cuarto, porque lo hemos intentado todo y la celulitis no se va. Y por favor, que no nos engañen.



Hay que tener en cuenta que hay muchas mujeres con sobrepeso, algunas son felices con su aspecto, saben sacarse partido y para ellas no supone ningún problema, pero para otras, el hecho de tener unos kilos de más, es desesperante, porque en muchos casos no es fácil perderlos y tienen que estar a dieta casi toda su vida y no encuentran ropa de su talla y de repente abren una de esas revistas llenas de top models y empiezan el ritual de la crema reductora y siguen sin bajar peso... Por eso creo que la publicidad debería ser más humana y sobre todo realista.



Pero como eso no lo vamos a poder cambiar, os propongo algo: para empezar aprendamos a aceptarnos como somos, aprendamos a querernos, porque seguro que hay algo en nosotros que nos gusta aunque sea un poquito, potenciémoslo, pero si no estamos contentas, habrá que pelear por conseguir lo que queremos, por nosotras mismas, porque nos apetezca en ese momento y no porque nos lo diga una revista. Porque somos libres, libres para decidir cómo queremos ser, qué queremos hacer y cómo nos queremos sentir. No es fácil pero lo podemos intentar. El fin: sentirse bien, ser feliz…. y ¿sabéis una cosa? La felicidad es una actitud. Así que ¡¡¡a por ella!!!!.
Os dejo una foto de la playa de Guardamar del Segura. Mi refugio.



Un besito a todos.
g.








25 abril 2010

Me empiezan a gustar los lunes

¿Os habéis dado cuenta de que cuando decimos la palabra VIERNES se nos alegra la cara?. VIERNES. Nos imaginamos lo que hay detrás de este día: tiempo. Tiempo para dedicarnos a nosotros mismos, a nuestra familia, a nuestros amigos… ¿Pero por qué no pensamos lo mismo al pronunciar la palabra LUNES? Es triste ser felices sólo 3 días a la semana, ¿no?. Bueno, dos y medio porque el domingo por la tarde ya estamos pensando ohhhhhhhhhhhh mañana ya es lunes… Esto me recuerda que en mi infancia ya el domingo por la tarde tu madre te obligaba a preparar las cosas que tenías que llevar al cole al día siguiente y te tenías que ir a la cama más temprano porque tenías que madrugar.



Hace poco leí una entrevista que le hacían a Carla Royo-Villanova en la que decía que para ella la semana empezaba el sábado y acababa el viernes. La verdad es que este planteamiento es interesante, ya que tu primer día de la semana lo puedes empezar con lo que más te apetezca hacer. Pero a mí me gusta el plan normal, aunque reconozco que como a casi todo el mundo, el lunes me da pereza. ¡Pero esto tiene que cambiar!, tenemos que empezar a querer al SEÑOR LUNES. Empezar a pensar el domingo por la noche qué tenemos que hacer esa semana, cómo queremos comportarnos, cambiar cosas que no nos gustan. Yo creo que es el día es en el que nos planteamos los cambios.



Pensad que cuando queremos empezar una dieta decimos, venga el lunes empiezo, o cuando nos queremos apuntar a algo, el lunes siempre es el primer día de todo… Cada día debe ser un reto, hay que pensar en hacer cosas nuevas, establecer contactos nuevos, intentar ser mejores tanto con lo que hacemos como con nuestros compañeros.



A veces en mi trabajo cuando he llegado de vacaciones se me ha ocurrido decir que ya tenía ganas de verles y les echaba de menos y se echaban las manos a la cabeza. Parece que cuando dices eso es porque no has disfrutado de tu vida personal y no es así. Si en tu trabajo estás a gusto y además estás acostumbrado a estar todos los días con tus compañeros, yo creo que al estar un mes sin verles se les echa de menos, ¿no?. Yo he hecho muy buenas amistades en el trabajo, personas que han pasado de ser compañeros de trabajo a ser mis amigos, que han compartido conmigo momentos buenos y momentos malos, con los que cuando sales de trabajar te puedes ir a tomar unas cañitas o contarles tus problemas.



Así que vamos a pensar que no es todo tan malo cuando acaba el fin de semana y a centrarnos en disfrutar de todos los días del año en los que seguro que los momentos buenos ganan a los malos y sobre todo rompamos tópicos, como el de: “QUE MALA SUERTE MAÑANA ES LUNES” . Si lo intentamos podemos cambiar ese pensamiento.



Os dejo un vídeo de una canción que me gusta en la que alguien habla de cambiar su vida justo el lunes.



También os dejo una acuarela que he hecho para esta ocasión y que dedico a Arantxa y a Miriam a las que ya no les queda nada.





Un saludito a todos. G.

21 abril 2010

La primavera y yo

¡Como me gustan las tardes soleadas de la primavera!. Desear irme de la oficina para aprovechar esa luz. Darme un paseíto por el barrio y pasar al lado del cole dónde tienen plantadas unas lilas que huelen de maravilla, subir la cuesta de mi casa y que el sol no te deje abrir los ojos y sentirlo en la cara y observar la necesidad que tenemos de calorcito, porque estamos casi todos en la calle, bien paseando a los niños, de compras o disfrutando de una charla sentados en un banco, tomando unas cañitas en una terracita…. Y hoy… en fin… dicen que va a llover otra vez.

Que no digo yo que no haga falta, por supuesto que el agua siempre es necesaria y que sin ella estamos perdidos y que gracias a ella está todo veeeeeeeerde y en vez de Madrid esto parece Galicia, pero el sol…. Yo no puedo vivir sin sol, y este año con esto de la crisis, debería de haber salido un poquito más.

Así que ayer con ese momento optimismo soleado llegué a casa y aprovechando la luz empecé a reunir algunas cosas muy coloridas y me dio un ataque de fotografía. Os las dejo para que las podéis disfrutar en una sesión de Colorterapia que es un método que utiliza el efecto de los colores para estabilizar la salud y tratar las trastornos físicos, mentales y emocionales. Cada color se utiliza para un problema determinado.

Pues sí, yo necesito colorterapia urgentemente porque con este mes de abril de lluvias mil no hay quien levante cabeza. Esa nube negra encima de tu casa desde que te levantas hasta que te acuestas y lo que es peor ¡qué te pones! A ver: si te quitas las medias te hielas, ¿sandalias? para Julio y el paraguas que no se te olvide. Me parece a mí que en Madrid tenemos invierno y verano y lo que tengo claro es que el invierno dura 10 meses.

Pero bueno, al mal tiempo siempre siempre hay que poner buena cara y pensar que dentro de nada estaremos todo el día en horizontal encima de una cosa que se llama toalla, en la pisci, en la playa o en la terraza de tu casa, porque el sol, tomado con mucha precaución y mucha crema de 50 favorece la formación de vitamina D, que posibilita la absorción del calcio suministrado por los alimentos, con lo que se logra una normal formación de los huesos, uñas y cabello, refuerza el sistema inmunológico y, de esta forma, disminuye la sensibilidad de ciertos individuos a determinadas infecciones y contribuye a la regulación de estados depresivos, ayuda a conciliar el sueño y disminuye el cansancio. Y mientras tanto, voy a ver si me tomo mi momento de relax de la ofi con una infusión.



Feliz Miércoles.



G.




20 abril 2010

!CHA CHAAAAAAAAAN!...

Uy que nervios, hoy es mi primer día bloguero y tengo tantas cosas que contar que no se ni por dónde empezar. Pero últimamente tengo algo que me ronda por la cabeza que no me deja concentrarme... Siempre he pensado que según vas cumpliendo años, es como más complicado ser feliz, porque nosotros mismos nos vamos complicando cada vez más la vida. Puede que sea porque cada vez vamos teniendo más obligaciones, más necesidades, la crisis, los hijos, el cole, el sueldo que no llega, el poco tiempo que tenemos para dedicarle a la familia, sobre todo cuando tanto la mujer como el marido trabajan y los niños empiezan a crecer aprendiendo rumano, chino o inglés con la señora (benitas señoras qué haríamos sin ellas) que los cuidan día a día. Pero tengo clara una cosa. En el trabajo pasamos como mínimo 8 horas al día, durante 5 días a la semana. Es decir, una gran parte de nuestra vida. ¿Nos podemos permitir vivir amargados todo ese tiempo? ¿Cómo llegamos a casa después de pasar cabreados casi todo un día? ¿Cómo nos sentimos por dentro? Y si encima fuera del trabajo tampoco es que tu vida sea la chispa de la felicidad ... ¿que clase de vida tienes?. A veces pienso que la gente no es feliz fuera del trabajo (porque no aguanta a su mujer o marido, porque él/ella no querían tener hijos y tienen muchos, porque no tiene dinero... yo que sé) y al llegar cabreados ya por la mañana el día se les va haciendo una bola de negatividad o que realmente su trabajo es lo peor para ellos y se les va haciendo una bola hasta llegar a su casa. Pero...¿Cómo nos sentimos los que vivimos rodeados de gente negativa? ¿Estar sentados enfrente de un compañero o jefe eternamente amargado? Que no habla. Que no te mira. Que parece que le has hecho algo muy muy muy malo... ¿Cómo te hace sentir? Buf...
¿Acaso tengo yo la culpa de lo que a él le ronde por la cabeza? ¿Por qué no se separa, divorcia o por qué no se atreve a deja su trabajo y nos deja a los demás trabajar felices?
Cuantas preguntas. Algún día tendré respuestas para todas. Entretanto... voy a ver si mi pequeño mundo no se ve afectado y a mantener mi sonrisa perpetua, que creo que esa es la mejor defensa.
Y sólo es martes... No se si alguien se siente identificado conmigo.
Besitos positivos.
g.