CAMBIOS

De repente todo empieza a cambiar en mi vida. Cambios en casa, cambio de sitio en el trabajo, cambios en la familia. Son como demasiadas cosas nuevas en mi vida, unas que me gustan más y otras menos. En el cambio de sitio del trabajo me siento como si fuese nueva, la empresa es la misma, sigue en la misma calle y en la misma planta, pero...ha cambiado todo, mi forma de trabajar, el trabajo que desarrollo, la ubicación, el compañero de enfrente, el de al lado...  Es como si hubiese entrado a trabajar ayer. Es una situación de estres y desconocimiento, y todavía no sé si estoy cómoda en esta situación. Es lo que menos me gusta de todo lo que me está pasando.  Me daré una semanita de adaptación... y lo conseguiré. Además cuando me siento tan perdida, el negativismo se apodera de mí... y no, no no no no... paso de negativismos.

Los cambios en casa me gustan, porque son como ampliaciones para acoger a mis futuros niños que espero que me los traiga este 2012. Pero ya que hemos esperado 4 años, podemos esperar 5. Así que todavía no canto victoria. Pero ya veo que esto avanza y estoy contenta, aunque no nerviosa. Todo el mundo me dice, ¿y no estás nerviosa? Pues no. Supongo que me pondré nerviosa cuando me falte 1 día para verles. Pero si me hubiera pasado 4 años nerviosa no sé que hubiera sido de mí, además estaría divorciada, porque cuando estoy nerviosa no hay quien me aguante.

Así que despacio. Todo despacio.

Los cambios siempre son emocionantes, justo porque esperamos que algo cambie, que una situación se convierta en otra, que nuestra vida tome otro rumbo. Necesitamos los cambios. Igual que necesitamos los cambios de estación. A veces son para bien y a veces para mal, pero son necesarios y siempre nos acabamos adaptando, cada uno a su ritmo...

Saluditos para tod@s.

g.