Mostrando entradas con la etiqueta Confianza. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Confianza. Mostrar todas las entradas

19 abril 2011

¡Que no me lo creo!



Siempre se me escapa una sonrisa cuando le preguntan a alguien qué piensa hacer en vacaciones y contesta "yo voy a descansar… ¡Hasta de pensar!".

¡Eso es IMPOSIBLE!

Creo que justo cuando no tenemos nada que hacer, precisamente lo que más hacemos es pensar. Hay veces que cuando te relajas es cuando te paras a pensar en tus cosas, en cómo va tu vida, en lo que estás haciendo y qué es lo que quieres hacer y te preguntas cuál es la mejor forma de hacerlo. Son momentos en los que tomamos conciencia de nosotros mismos, cosa que cuando estamos en plena vorágine del día a día ni nos los planteamos.

Y en una de esas reflexiones, paseando por la orilla de la playa, he llegado a la conclusión de que en este momento hay varias cosas en mi vida que no me gustan y que no me dejan ser yo misma. Y lo peor es que no se qué hacer.

Me he dado cuenta de que con el paso de los años, me he convertido en una escéptica total, vamos que no me creo nada… eso sí, sólo de alguna gente. Ante situaciones de algunas personas que conozco me muestro tan fría como un témpano de hielo. Y distante. La verdad es que son cosas que a lo mejor, sólo a lo mejor, debería creerme aunque sólo fuese un poco porque parecen serias… pero como no me las creo pues no le doy mucha importancia, además según me las cuentan le miro a los ojos y pienso "Pero qué me estás contando... este/a se cree que me chupo el dedo". (Porque la confianza hay que ganársela y algunos no hacen muchos méritos que digamos.) Y claro, no me afectan en absoluto, aunque mi actitud me da qué pensar...

Además mezclo lo del escepticismo con la intuición. Vaya lío. No sé si os suena eso de "Es que mi ojo no me engaña... cuando yo le echo el ojo a alguien encima...". Sí que es verdad que un poco adivina soy...jeje... y no suelo fallar... ¿veis? Ya estoy otra vez.

En estos momentos de playa me planteo cosas como volver a ser como era antes, más inocente y creérmelo todo otra vez... aunque todo sea de mentira…igual que los niños creen en Caperucita Roja y la verdad es que lo necesito ¡YA!


Un besito a tod@s y Felices Vacaciones.

g.

06 septiembre 2010

¡Atrévete a redecorar tu vida!

¡Ay, que fashion! El otro día hablando con mi cuñado, me quedé sorprendida cuando me dijo que casi todos sus amigos habían contratado a una persona para que les aconsejase como decorar su casa.
Si echamos cuentas, más te vale ahorrar antes de meterte en esa odisea. Primero, la pasta que cuesta la hipoteca de la casa, luego el sueldito del decorador y lo que es peor, el precio de los muebles y las reformas que te va a aconsejar ese dios del arte y el buen gusto que has contratado. Porque digo yo, que el decorador no va a perder su caché llevándote a Ikea a comprar los muebles y los materiales para realizar cualquier obrita que haya que hacer y seguro que te lo va a recomendar todo bueno y CARO.
Vamos, que no te valoras nada de nada, que no te gustan tus propios gustos... o que tus gustos no le gustan a la persona con la que te vas a vivir o viceversa. Yo creo que hay que arriesgarse un poco, ¿no? Cuando vas a casa de alguien, nada más entrar por la puerta, la decoración te dice como es la persona que vive en esa casa.
También está de moda contratar a un personal shopper, es decir, una persona que va contigo de compras para asesorarte en como tienes que vestir y qué te tienes que comprar. Eso significa que vas a ir vestida/o como le guste a tu asesor y no como te guste a tí. ¿Qué agobio no? Además, siempre se aprende de moda paseando por las calles o leyéndote el elle o el Vogue, o dejando a alguna de tus amigas aconsejarte y decirte que el rojo no pega con el rosa.
Pero... ¿No pensáis que hay que tener un poco más de confianza en uno mismo y vestirse y decorar nuestras casas como más nos guste? Porque al final... ¿Qué más da?

PD: Que conste que cada uno se puede ganar la vida como buenamente pueda y si quieres que te decoren pues guay. Sólo doy mi opinión. Un besito a los decoradores y a las estilistas que a algunos/as les vienen fenomenal y a los que se dejan decorar.

g.