06 julio 2011

Ganas de playa


Necesito vacaciones. Necesito mi semana de playa en julio. La necesito como el comer. Cuando llegue esa semana significará que oficialmente para mí ha llegado el verano. Aunque después de esa semana tenga que volver a trabajar hasta que llegue San Agosto. Que gusto da preparar la maleta, ir de compras, que si un bronceador, que si una toalla, que si una camiseta por aquí y un vestidito por allá. Y hacer la maleta metiendo todo mi armario... y todo para qué. Yo que me convierto en Robinson Crusoe y luego siempre me pongo lo mismo. Pero aún así voy cargadita. Y a veces me pregunto... todas estas famosas que salen en las revistas y que tienen durante todo el verano una fiesta hoy y otra mañana... ¿cuántas maletas llevarán? qué perezón me da pensar en hacer sus maletas. Servidora que se lee el Hola, se sabe las fiestas de los guays de memoria. Que si la Flower Power, que si la de la marquesa menganita en Marbella, que si ahora inauguramos el verano en el yate de churrinina...

Pero aún así, posoperatoria como estoy (pero de vesícula) me he tragado todas y cada una de las revistas de moda de la temporada, que si Elle, que si Vogue... Pero por mirar y aprender... porque si yo le hiciera caso a esas revistas me arruinaría. Para ellas el verano empieza en marzo, que si la lipoescultura, que si la pedicura, manicura y un masaje en el centro de belleza más caro de Madrid, que si te preparas para el sol y te tienes que tomar 5 cajas de pastillas, que si la dieta Dukan... Y todo esto acompañado por unas cremas megaultrabuenas que te preparan para afrontar el verano... y... ¿total para qué? pues para estar estupenda de la vida y cansaaaaada y harta y arruinada. Os parece poco? Y luego vete de compras, para el repertorio de conjuntos playeros que necesitamos... (Sinceramente es lo que me hace más ilusión y que hago año tras año, pero yo si voy a algún sitio de compras es a Lefties, Zara y H&M, para qué os voy a mentir. No compro ni una camiseta de importe superior a 15 euros. Me niego y lo confieso) Porque el sueldo no me da ni para un bolso de Coach, ni para unas sandalias de Chloe...

Vamos que éstas ricas y famosas llegan descoyuntadas al mes de julio. Con más hambre que el perro de mi jefe que se comió el trapo del jamón

Pues aún así, sin lipoescultura y con mi ropita de playa recien comprada en las rebajas de Zara, como agua de mayo espero el verano... tan sencillita yo.

Así que os digo que disfrutéis de las prevacaciones y de las vacaciones. Que luego se pasan muy ráaaaaaaaaaaapido y siempre nos acabamos acordando del último día de trabajo y del primer día de vacaciones. De la ilusión con la que te despides de tus compis hasta agosto o septiembre, sintiendo ya la espuma de las olas bajo tus pies... Todo tiene su lado positivo y ¡ánimo! no queda nada de nada.

Besitos a tod@s.

g.


PD: Os dejo un anuncio que me gusta

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