16 junio 2011

La necesidad de trabajar



Ayer cuando llegué a casa, como estaba sola me tiré en el sofá dispuesta a comerme una bolsa de gusanitos gigante, puse la tele y dejé un documental que estaba empezando.

Se titula "Las puertas del infierno". Y lo dejé. Cuenta la historia de la situación de algunos hombres que trabajan en una mina de azufre que está dentro de el volcán Ijen, allá en la maravillosa Indonesia, en la isla de Java.


Trabajan dentro de un volcán, con unas simples mascarillas que en realidad no les valen de mucho, es más, no les valen para nada. Debido a su situación laboral tienen una media de vida de 50 años porque el cuerpo no aguanta respirar más azufre. Mueren de fibrosis, cáncer de pulmón o de piel, etc.. Trabajan entre un humo denso, caliente y blanco que sale del volcán, que te recalienta la ropa, te irrita los ojos y te impide respirar, son personas acostumbradas a contener el aire durante mucho tiempo. Ellos mismos dicen que es el peor trabajo del mundo. A las cámaras les es imposible seguir a los operarios a su lugar de trabajo, pero no porque no les dejen sino porque las circunstancias lo hacen imposible.

Varias generaciones de hombres han trabajado en esta mina. Les explotan, cobran unos 110 euros al mes. Algunos en el día cobran 3 euros, casi lo que en nuestro país cuesta una botella de agua mineral. Pero aún así ellos intentan minimizar las consecuencias de su oficio. Algunos trabajan sin contrato, ni seguro... ¿Nadie se responsabiliza de esto?. Además bendicen tener este trabajo, aunque no les gustaría que sus hijos trabajasen en la mina.

Y mientras cuentan ésto sonríen, dicen que son felices porque tienen trabajo. Mientras bajan por la cuesta tan delgados, sin dientes, medio ciegos, cargados con el azufre solidificado a sus espaldas que las tienen deformadas de llevar tanto peso durante tantos años (pueden llegar a cargar más de 80 kilos al día), y lo más fuerte es que si se cruzan contigo, sonríen.

El mejor día para ellos es el que llueve porque así les refresca mientras trabajan.


Te das cuenta de la importancia del trabajo para el ser humano. Piensas en la situación de esos hombres y mujeres que en estos momentos por causas de la crisis no tienen trabajo, en el mundo, y sobre todo en nuestro país. La desesperación que supone no tener dinero para poder llegar a fin de mes, para comer o para pagar la hipoteca y que te puedan echar de tu casa por no pagar o que tengas que hacer cola en un albergue para que te den de comer a tí y a tus hijos o verte ante la necesidad de tener que pedir en mitad de una calle.


Y todo ésto me hacen avergonzarme de algunas cosas que suelo hacer algunos días cuando me levanto por la mañana gruñendo porque tengo sueño o porque no me apetece nada trabajar. Que sí, que estoy en todo mi derecho de quejarme, pero no debo hacerlo.

A ver si mañana cuando me levante no se me olvida sonreir aunque sea un poco y dar gracias por lo afortunada que soy, suena un poco a pastel pero es la realidad.

Pues un besito y habrá que reflexionar!

Buen finde.

g.

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